domingo, 17 de febrero de 2008

Bioética, parte I


En cada comida se ingieren millones de células, kilómetros de ADN. Este proceso se repite decenas de miles de veces en nuestras vidas. Para hacernos una idea, una persona que viva 80 años y haga 3 comidas diarias, sin contar bisiestos, haría 87600 comidas. Multipliquemos ahora por las millones de células que ingerimos en cada comida y démonos cuenta de lo abrumador que es todo esto. ¿Sabemos realmente cuáles son los obstáculos que encontraremos en ese gran camino, o caminaremos a ciegas? Quizás hallamos ido demasiado lejos en nuestro continuo intento de ser Dios.

Si nos remontamos a su origen, la manipulación genética de alimentos nació como respuesta a las necesidades alimentarias de millones de personas que sufrían(y sufren) de malnutrición. Esta supuesta solución se ha convertido, en cambio, en un negocio más, un negocio que representa grandes cantidades de dinero, además.

Otras de las premisas de esta alteración del ADN eran estas: reducción de productos químicos en la siembra, aumento de la productividad, reducción de los costes y , por último, un buen caballo de Troya para promocionar su nueva máquina de hacer dinero: la preservación del medio ambiente.

Lo primero que hay que aclarar es que los transgénicos no beneficia ni a los hambrientos ni a los agricultores. Lo que en realidad pasa es que el mercado en el que se mueven estos alimentos es un grupo relativamente selecto, formado por personas que son capaces de pagarlo…Esto aún limita más el acceso a una alimentación digna en los países pobres. Además, las innovaciones se dan en los países desarrollados, aumentando la brecha entre el primer mundo y los demás, además de crear una relación de dependencia total. Me explico. Controlando la distribución, se obtiene un sistema en el que unas pocas multinacionales controlan la alimentación de millones de personas Crear semejantes emporios basados en primerísimas necesidades no es para nada ético. Claro que no existe ni nunca existirá ética ninguna en la macroeconomía de las multinacionales. Es mucho más rentable seguir las normas que dicte el caballero Don Dinero y encubrir el siguiente gran negocio en un halo de compasión y colaboración para con una pobreza que todos hemos contribuido para que exista. Un episodio más que nos demuestra que el hombre es un lobo para el hombre. Y creo que lo seguirá siendo siempre.

Tampoco es cierta esa supuesta preservación ambiental. Los insectos y bacterias de las plantas se adaptan y logran resistir fácilmente a todo tipo de modificaciones genéticas, por lo que necesitamos productos químicos más potentes para controlarlas.

Otro de los pilares de este “movimiento” es que los transgénicos no alteran la biodiversidad mundial, cosa que no es cierta realmente. Esta industria pretende estandarizar la producción en lugares concretos y definidos. Esto degenera la generación de biodiversidad por no rotar los cultivos.

Todo esto forma parte de lo que realmente se está haciendo con los alimentos transgénicos. Obviamente, hay una posible solución, una que realmente cumpliera los nobles principios a los que se sujetaba al principio, pero, como ya he dicho, ha caído en el mundo de las multinacionales, lo cual siempre es una sentencia de muerte. Si se creara una organización mundial que se ocupara en controlar esto y enfocarla realmente a lo que se debería, se apaciguaría al menos algo el hambre en el mundo. Las posibilidades son inmensas. Países áridos, desapacibles, impracticables para según que alimentos, dejarían de serlo. Otros que no lo son podrían tener la opción de llevarse algo a la boca.¿Acaso no es honorable?

También es claro que existen inconvenientes, como era de esperar. Jugar a ser Dios no es fácil, ni tan siquiera para los dioses de nuestro tiempo, las poderosas multinacionales. El tema está en que nos resulta relativamente sencillo implantar un gen externo en el ADN, pero no sabemos cuáles podrían ser las consecuencias a largo plazo de la ingesta de transgénicos. Investigando sobre el tema, leí que algunos científicos alertaban que los genes introducidos en el ADN podrían producir proteínas que no se encuentran en la dieta humana, provocando reacciones alérgicas o intoxicaciones graves. Así que creo que sería conveniente promover en la medida de lo posible aún más investigación en este campo, en vez de seguir armándonos como si fuera lo único importante para el ser humano. La bomba del hambre mata más que cualquier otra.

Un Saludo. Habrá más entradas sobre el tema, me gustaría escribir mucho más sobre ello.

8 comentarios:

Chivo dijo...

Muy buen artículo, Séneko, es verdad que los transgénicos se crearon en un primer momento para erradicar el hambre en el mundo, pero se ha acabado convirtiendo en un negocio de multinacionales (Monsanto...). Así pues, sólo importa el dinero y nada más que el dinero, pero ¿Que pasa con la salud y el medio ambiente?.
En cuanto al tema de la salud yo diría que un alimento que ha sido geneticamete modificado no puede ser bueno, ya que contiene unos aditivo que son extranjeros a ese cuerpo y a saber que consecuencias puede tener eso.
Por otra parte, si hablamos del medio ambiente, los transgénicos son perjudiciales ya que no son algo natural. Por esto citaré el ejemplo de una plantación de maíz transgénico que tras haber sido plantada erradicó toda una población de mariposas que había en la zona. ¿Coincidencia?, no. Los transgénicos aportan más cosas perjudiciales que beneficiosas.

Eneko Vélez dijo...

Bueno, realmente,no somos muy conscientes de que aportan y qué no. Del maíz transgénico suenan por ahí mitos terribles, pero creo que son cuentos de viejas . Está claro que a las multinacionales que controlan el sector se la suda el hambre y el medio. No quiero decir más que quiero guardar cosas que decir para el futuro.

Rock On!

Anónimo dijo...

Buen articulo, Seneko. Los transgénicos siempre me han dado mala espina, dado que meter bacterias y genes a nuestro cuerpo totalmente distintos a lo que estabamos acostumbrados no puede ser bueno. Yo creo que si esas especies de plantas, animales, etc. han perdurado durante tantísimos años es porque son los adecuados, ya se sabe que el que no se adapta, muere.
Tambien se sabe que en la sociedad actual el dinero impera sobre todas las cosas y todo lo que pueda tener beneficio económico será respaldado por las multinacionales para el beneficio propio. Tristemente es así y veo muy dificil parar este "progreso genético". Está visto que el hombre sigue queriendo jugar a ser Dios, pero hay cosas con las que no se puede jugar y no traeran mas que desgracias. Ahí a quedau :P
Pero por otra parte, como dice Seneko, si se consigue apartar este progreso de las oscuras manos del poder y el dinero, puede solucionar muchos de los males de la población tercermundista; aunque esta opción al ser la menos rentable, tristemente no va a suceder. ¿Quién fabricará entonces tantos productos por tan poco dinero? Todo el mundo sabe que a las multinacionales les interesa que siga habiendo ricos y pobres. MECAGUEN DIOSS!

Eneko Vélez dijo...

Exacto, jugar con ciertas cosas no nos traen mas que desgracias, simplemente por vanidad y delirios de grandeza. ¿Totalmente por encima de nuestras posibilidades?MMM...Quién sabe.No sabemos muy bien donde esta nuestro límite.

Y la división entre ricos y pobres, pues simplemente es la que rige este sucio mundo capitalista. Y punto.

Iñaki San Martín dijo...

Hmmm... Estas cosas hacen plantearse preguntas como, ¿qué pasaría si se erradicara el hambre en el mundo?¿Si desaparecieran los transgénicos? ¿Habría entonces suficiente comida para toda la población, realmente? Porque si hace 10 años eramos 6 mil millones de bípedos malignos andantes, ¿cuántos somos ahora?

Con ello no estoy diciendo que esté a favor de la pobreza y las terribles hambrunas del llamado "tercer mundo"... un mundo que se llamó así porque quiso aislarse del comunismo y del capitalismo... y que por ello cayó en las manos de "caciquismo".

"En los países más pobres es donde están las personas más ricas", dijo alguien una vez.

Bueno, que me desvío del tema.

Sólo quería decir, que si seguimos consumiendo tanto, dentro de poco tendremos que empezar a comernos hojas de papel recicladas en un sandwich (como en futurama).

Mientras tanto, los transgénicos es una posible solución que se le puede dar al tema... pese a las consecuencias que pueda tener.

Esperemos que progrese hacia un estado mejor.

Eneko Vélez dijo...

Somos muchísima gente, sí, muchísimos bipedos malignos como tu dices(que grande), pero creo que, en caso de quererlo, hay suficiente pastel para todos.Hay mucho yanki(y no yanki) sobrealimentado por ahí como para pensar lo contrario...

Gracias por los comentarios!

Kioxiro dijo...

Siento no haber contestado antes, ya que el tema me interesa. Sin lugar a dudas, un articulo brillante.

Empezare diciendo que, probablemente ninguno del blog sepa realmente lo bueno y lo malo de los alimentos transgenicos. Pero a los que dicen que no es natural les dire otra cosa, que es natural y que no??. Veamos, los medicamentos son naturales?? en cambio no dudamos en tomarlos si nos ponemos enfermos. Yo creo que todo es natural Y LA NATURALEZA LO ES TODO. Si algo no fuera "natural" no podría existir. No hay nada mas que la naturaleza, es realmente el unico dios.

Me desbio del tema, la smultinacionales nunca (creo yo) tuvieron buenos principios, simplemente propaganda todo propaganda. Solo quieren forrarse, ya que les da miedo que el tercer mundo dejara de serlo, porque en ese caso nuestras fabricas no podrian ir a mangonear al personal.

El hombre es un lobo para el hombre, siempre lo fue y siempre lo sera. El mundo funciona asi.

No creo que si se controla bien los alimentos transgenicos sean malos, nos hemos adaptado ya miles de veces, no creo que esto, fuera nuestro fin. PERO, atención debe hacerse como debe hacerse. Invertir en estudios seria importantisimo, y poner todas estas investigaciones para que, cualquiera pudiera utilizarlas.

Ami, me parece, que comemos mas alimentos transgenicos de lo que creemos....

Sigue con el tema seneko, contaras con mis comentarios (aunque, quizas un poco tarde).

Eneko Vélez dijo...

¿Es que realmente cuántas personas serán conscientes a un nivel alto de las consecuencias de todo esto? No somos más que malditos bloggers maldita sea ;)

Que comemos muchos más transgénicos de los que creemos, seguramente. Ala, sigo manteniendo que no tengo ni idea de cuáles son las consecuencias...A saber. Aunque, ¿acaso no es nobilísimo y precioso tener una , aunque solo sea una, opción de atenuar un poco el hambre en el mundo?

Muchas gracias a todos por los comentarios. Me animan a escribir más( y espero mejor jeje)

 

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